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viernes, 27 de septiembre de 2013

GANADORES DEL I CERTAMEN DE MICRORRELATOS DE HISTORIA "FRANCISCO GIJÓN"

El jurado del I CERTAMEN DE MICRORRELATOS DE HISTORIA "FRANCISCO GIJÓN", compuesto por Ana Fúster, Francisco Marín y Javier García Valverde estima:

Que por la originalidad de la época escogida, por el perfecto estilo narrativo con que se aborda un tema tan actual, por su genial presentación del comienzo de la Humanidad y por tratarse, en fin, de un relato excelente, debe ser GANADOR de este certamen el microrrelato "SELECCIONANDO".

Que por su serenidad y exquisitez narrativa, así como por la elegante forma de abordar desde el exotismo de la cultura oriental un tema tan recurrente y preocupante como es el de la manipulación de la ignorancia por parte del poder, por su buen desarrollo narrativo y su magnífica conclusión, el FINALISTA de este certamen ha de ser el microrrelato "LOS FUEGOS DE QIN".

Los autores ganadores han sido:

GANADOR: Javier de Pedro Peinado. Nacido en Guadalajara en 1973 y residente en Murcia, licenciado en derecho y funcionario público. Ganador del concurso Microrrelatos de Abogados en mayo de 2013. Premio: 100€.
FINALISTA: Nuria Ruiz Morillas. Nacida en Reus en 1966, profesora de Química en la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona. Ganadora del III Concurso ADONA de Microrrelatos (2012) y finalista en dos certámenes de microrrelatos (2012) y uno de poesía (2013) convocados por la editorial ArtGerust. Premio: lote de libros.


Ambos microrrelatos serán publicados próximamente en la revista cultural TARÁNTULA .

¡Enhorabuena a los ganadores y mi agradecimiento a todos los participantes!

Francisco Gijón

viernes, 20 de septiembre de 2013

FINALISTAS DEL I CERTAMEN DE MICRORRELATOS DE HISTORIA "FRANCISCO GIJÓN"

Estimados amigos:

Estaba deseando la llegada de este día casi tanto como espero con ansia y ansiedad el poder hacer público el viernes próximo, día 27 de septiembre, los nombres  de los ganadores de este certamen que se me ocurrió convocar las pasadas navidades.
Quiero agradecer de todo corazón la insólita respuesta positiva de tantos y tantos autores que decidieron participar.  Nada menos que 347 relatos procedentes de todo el mundo, de entre los que se seleccionaron 134 provenientes nada menos que de Argentina, Colombia, México, Uruguay, Chile, Australia, Irlanda, Perú, Cuba, República Dominicana, Ecuador, Bielorrusia, Puerto Rico e Italia, (además de España, claro).  Una participación abrumadora que agradezco muy sinceramente y que me anima a seguir apoyando la cultura literaria por todos los medios a mi modesto alcance.
Los treinta relatos finalistas son los siguientes: 

07- 1936
10- ADMÍTELO
11- ANGIE
12- ARDE PARÍS
13- BABEL
24- CORRIGIENDO LA HISTORIA
27- DIÁLOGO AFORTUNADO
31- EL AÑO DE LA LANA
32- EL BESO
39- EL JUICIO DE YORGOS
40- EL LOCO GUERRERO JACK
44- EL POZO
47- EL SECRETO
48- EL SUEÑO DE LEONARDO
56- EVA
59- HACÍA FRÍO
66- INDISCRECIONES EN EL SENADO
67- INMIGRANTES
72- LA CENA
73- LA ESTULTICIA DEL PODER
74- LA GUAPA
77- LA OFRENDA
84- LECCIÓN DE HISTORIA
88- LONDRES 1888 CASO RESUELTO
92- LOS FUEGOS DE QUIN
97- MANO A LA FRENTE
110- QUERIDOS ANÁLOGOS
120- SELECCIONANDO
133- WHITE CHAPEL VERSUS BAKER STREET
134- YO TENÍA QUINCE AÑOS

Entre ellos está el flamante y merecido ganador, así como el finalista, con quienes tendré el placer de ponerme en contacto en breves fechas para darles las gracias antes de que se hagan públicos sus nombres.
¡Mucha suerte a todos!

jueves, 12 de septiembre de 2013

EL DÍA DESPUÉS

Si la burguesía catalana y la del resto del territorio peninsular hubiesen estado jugando al ajedrez desde 1817 hasta ayer, estoy plenamente convencido de que el 90% de las partidas se habrían saldado con un jaque mate a favor de la primera.
No voy a entrar en los orígenes del sentimiento independentista de un pueblo que legítimamente tiene derecho no sólo a ese sentimiento sino a expresarlo libremente y a que se le consulte al respecto. Tampoco voy a explicar la historia de Cataluña (ya lo hice ayer en mi artículo). Yo creo que el tema no es tan complicado.
Cuando acabó la dictadura de Franco, la sociedad necesitaba un revulsivo higiénico para desprenderse del olor a opresión, rencores y otros dengues que sentían en sus cotidianas vidas.  A nivel nacional se hizo negando el Franquismo categóricamente (a pesar de que el nuevo régimen no fue sino una consecuencia del anterior, pues ni siquiera la monarquía se instaló siguiendo el orden debido -hubo que hacer trampa con Don Juan).  En Cataluña y País Vasco se recurrió al decimonónico sentimiento independentista, en un caso tirando de la herencia carlista y en el otro apoyándose en una corriente dialéctica inspirada en la burguesía catalana de inicios del siglo XX (tampoco voy a entrar en los juegos malabares de cierto ingeniero para elaborar la nueva gramática, tomando préstamos del Valenciano con el fin de homogeneizar una heterogénea suerte de variantes dialectales). Da lo mismo.
En el resto de España, el revulsivo fue un gobierno de izquierdas que duró tres lustros y medio y que llevó al país a la modernidad, a Europa, a la OTAN y al contubernio internacional.  Los resultados fueron buenos en ambos casos: la sociedad se modernizó y fue dejando atrás sus complejos (luego el péndulo ha girado y hemos dado una gran zancada de retroceso que nos hace tener un enorme futuro por detrás, todo hay que decirlo).
Pero fueron tiempos de prosperidad, y en la prosperidad todos somos más felices.  Lo preocupante llega cuando llegan los problemas, cuando la ciudadanía sufre incomprensibles males y soporta medidas de muy difícil justificación. Eso no le pasa a Cataluña solamente, sino a todos.  Lo que ocurre es que los catalanes, que siempre han tenido el corazón dividido, unas veces por convencimiento propio y otras por convencimiento ajeno, llevan tres décadas pagando peajes por ir a trabajar, aportando parte de su excedente de riqueza al resto de la nación y sintiéndose oficialmente despreciados.
¿De dónde ese sentimiento?  La culpa es de todos.
Los partidos "nacionalistas" han jugado bien su mano en el juego de la baraja y nadie debería reprochárselo. Los partidos "nacionales" lo han hecho mal y punto. Incluso el negacionismo de la etapa franquista fue un error. Términos como "el páramo cultural del franquismo", de Enrique Tierno Galván (él provenía de dicho páramo) fueron dislates sobre dislates que maleducaron al ciudadano y lo sumieron en la ignorancia y en la agresividad.  Asociar el terrorismo de ETA al sentimiento de todos los ciudadanos de Euskadi fue otro dislate. Nadie hizo nada por evitarlo. Los políticos y sus periodistas e ideólogos de cámara nos inculcaron miedos y rencores que no tienen razón objetiva de ser.
Ahora todos sin excepción estamos perdiendo derechos y coberturas (muchas de las cuales, como la paga extra o la seguridad social universal y gratuita proceden de la Dictadura, por cierto). Pero como en 1978 se cometió el error del "café para todos" (dichoso café, cuántos problemas nos da, con o sin leche), pues se montó un tinglado de autonomías con el objetivo de otorgar determinadas singularidades al País Vasco, Navarra y Cataluña, pero justificando lo injustificable al resto de la nación montándoles a las demás autonomías parlamentos a cascoporro. Y ahí la cagamos, padre cura.
Recientemente he terminado un libro sobre la Europa Medieval. Le dedico algunas páginas al nacimiento de Suiza. Suiza es un ejemplo a tener en cuenta en la historia europea y plantea tantos interrogantes como respuestas que deberíamos estudiar.
Una de las cosas que me gusta de Suiza es que, independientemente de quién la gobierne, independientemente de su programa electoral, cualquier grupo de ciudadanos puede plantear cuestiones y éstas son votadas sistemáticamente en referéndum. Una de las cosas, digo. Hay otras igualmente interesantes.
¿Cuál es el problema de que los ciudadanos catalanes, esto es, todos los afincados en Cataluña, respondan una pregunta bien simple?
¿Alguien se piensa que el catalán de a pie es tan tonto? ¿Que no se ha dado cuenta de la trascendencia y sacrificios que implicaría el resultado positivo o negativo a esa pregunta?  Otrosí añado ¿se ha planteado alguien lo que ocurriría si le hiciesen la misma pregunta al resto de España? Igual nos llevaríamos la sorpresa de que Cataluña decide quedarse dentro de España y España que se vaya Cataluña.  Es el hartazgo del que hablaba hace meses Artur Mas (una de las pocas cosas cabales que ha dicho delante de un micrófono).
Yo soy de Madrid y tengo muchos amigos en Cataluña. Mi agente es catalán, mi mejor amiga nació en Girona, la primera vez que vi el mar fue en Lloret; mi padre me ofreció que, en lugar de hacer la comunión, nos fuésemos todos a Sant Carles de la Rápita y a ver luego el Delta del Ebro, como así hicimos. Los mejores programas infantiles que me dio la televisión se hicieron en los estudios de Sant Cugat del Vallés; los mejores programas culturales también. Mis programas de radio favoritos los han llevado un leonés, una extremeña, un sevillano y una gallega afincados en Barcelona. La voz de mi villano favorito del cine y de mi héroe preferido de las películas era la de un catalán. Veía el Un, Dos, Tres porque salía La Trinca. Las Olimpiadas del 92 fueron una pasada. ¿Sigo enumerando? Mi último viaje a Cataluña fue para disfrutar del arte románico del valle del Boí. Maravilloso. ¿Sigo? Las canciones de Serrat han sido la banda sonora de muchos momentos de mi vida. ¿Continúo? ¿Hace falta?
Yo estoy de acuerdo en que se realice la consulta. Opino que un pueblo está basado en la identidad de sus habitantes y no en sus fronteras. Sé que no ha habido invasión ni nada por el estilo y que se dicen muchas tonterías precocinadas por mentes perversas a uno y otro lado. Pero eso no va conmigo. Sentí vergüenza ajena cuando, hace años, ciertos capullos se sacaron de la manga lo del boicot a los productos catalanes. 
Lo único que me preocuparía, eso sí, es que una posible independencia de Cataluña dejase a mis amigos como los de la foto: con el culo al aire.  Me preocupa la amenaza de, en caso de "secesión", boicotear una pertenencia a la Unión Europea. Me preocupa una guerra de guerrillas consistente en empresas que cambian de lugar.  Porque si la cosa se va de madre (y ya bastantes recortes y rescates llevan en esas tierras), la solución no va a pasar por reclamar el Reino de Valencia, las Islas Baleare, el Rosellón o la Cerdaña.  Y mucho me temo que la altura de los políticos independentistas catalanes es tan cortoplacista que apenas se separa del suelo. ¡Pachasco! Ya intentaron la "aculturación" haciendo que la señal de la TV3 llegase hasta Torrevieja y no funcionó como pensaban (aunque a mi me vino bien porque gracias al programa  FILIPRIM aprendí catalán).
Resumiendo: ¿Consultar al pueblo? SIEMPRE ¿Secesión? Si es lo que quieren... ¿por qué no? ¿Represalias? Jamás. ¿No apechugar con las consecuencias? Tampoco.
Porque, por muy independientes que puedan llegar a ser los catalanes del resto de España, no se irán físicamente a ningún lado, tienen mucho que aportar y mucho que aprender todavía (sí, ellos también) y muchos problemas que resolver que no les han venido de Madrid, sino de dentro. ¡Mecachis!
Mucho cuidado con identificar patrias con personas. Cuando cierto rey de Francia dijo que el Estado era él, no pasó mucho tiempo hasta que uno de sus descendientes acabó con la cabeza separada del cuerpo a manos del pueblo, que era el auténtico Estado.
¡Cuidadín con jugar con los sentimientos de la gente! ¡Cuidadito con los salvapatrias, vengan de donde vengan!

miércoles, 11 de septiembre de 2013

LOS ORÍGENES DE CATALUNYA

Aunque los orígenes de Cataluña son relativamente oscuros, puede afirmarse que fue un condado dependiente de Francia, cuyo rey Carlomagno se la arrebató a los árabes, uniéndola a su imperio con el nombre de "Marca Hispánica".
En la lucha contra los sarracenos, tras vicisitudes varias, fue individualizándose Cataluña, desprendiéndose poco a poco de la soberanía delos reyes de Francia hasta hacerse por completo independiente en el tiempo de Wilfredo el Velloso (874-898). A estos condes habían precedido otros ocho dependientes de Francia y que fueron: Bera, Bernardo, que gobernó antes y después de otro llamado Berenguer, Seviofredo, Aledrán, Alarico, Wilfredo de Ria y Salomón, a quien dieron muerte los catalanes, proclamando en su lugar a Wilfredo el Velloso, con quien comienzan los Condes-reyes y la historia de Cataluña propiamente dicha.
El conde Wilfredo el Velloso tenía por escudo cuatro barras en campo de gules y las dio como armas nacionales a Cataluña. Referente al origen de tal signo heráldico se cuenta que, habiendo ido Wilfredo en auxilio del monarca francés, empeñado a la sazón en guerra contra los normandos, recibió profundas heridas por efecto de su temerario arrojo. Al visitar a Wilfredo el rey Carlos el Calvo, mojó la mano en la sangre de las heridas y señaló sus cuatro dedos, formando barras, en el escudo del valeroso conde catalán.
Otros creen, sin embargo, que las cuatro "barras", o, hablando con mayor propiedad heráldica, "palos", corresponden al antiguo blasón aragonés, y que el de Cataluña fue la Cruz de San Jorge.
Por eso dicen que, al verificarse la unión de Ramón Berenguer y doña Petronila, se fijó en el primero y cuarto cuartel de su escudo el blasón del marido, esto es, una cruz de gules, y en el segundo y tercero el de la mujer, esto es, cuatro palos gules.
A Wilfredo el Velloso se debe el grandioso monasterio de Ripoll, llamado "la Covadonga Catalana", que es una de las más bellas construcciones del arte románico en su postrer período, y entre cuyas ruinas reposan los restos de los primeros condes de Barcelona.
No menos célebres son los monasterios de San Juan de las Abadesas y de Montserrat, cuya erección en el año 896 se enlaza con una hermosa leyenda.
Se dice que la Virgen de Montserrat fue encontrada por unos pastores, a quienes se había extraviado su rebaño. Y, enterado del hallazgo Wilfredo el Velloso, se dirigió al monte y tras postrarse ante la imagen ordenó erigirle un santuario digno y hermoso.
También se supone que a esta fundación de Montserrat va unida la historia o leyenda de Garín, austero penitente que habitaba en una gruta en dicho monte, en el cual había deshonrado y dado muerte a la hija de Wilfredo, llamada Riquildis.
La invocación de la Virgen de Montserrat fue desde entonces el grito de guerra de los catalanes, y con él llevaron sus armas vencedoras por todo el Mediterráneo.
Wilfredo el Velloso transmitió la soberanía de Cataluña a sus hijos Borrell y Suniario, sucediendo a éste Borrell II (954-992), en cuyo tiempo Almanzor se apoderó de Barcelona, teniendo que refugiarse el conde Borrell en las vertientes pirenaicas.
Le sucede luego Ramón Borrell III (992-1018), que dio el condado de Urgel a su hermano Armengol y transmitió la diadema condal de Barcelona a su hijo Berenguer Ramón I, apellidado el Curvo (1018-1035), que comenzó a quebrantar el régimen feudal de Cataluña, dando fueros o cartas-pueblas a varias ciudades, a imitación de lo que hacían los reyes de los otros estados peninsulares.
Merece especial mención Ramón Berenguer I el Viejo (1035-1076), que arrancó al poder de los árabes varias plazas, y dio a Cataluña el famoso código de los "Usatges", el cual contribuyó a debilitar el poder nobiliario y a exaltar la autoridad de los condes-reyes.
El código de los Usatges recibió su sanción en el Congreso de Barcelona, que duró tres años y celebró sus sesiones en el palacio condal. Este congreso es considerado por los historiadores como base y principio de las Cortes Catalanas.
Merece destacarse, como circunstancias notable, que lejos de ser éste un concilio o asamblea en que el clero tuviese la principal representación, todos sus miembros fueron laicos, ofreciendo así el primer ejemplo, en el mundo romano, de una corporación legislativa en que, no sólo no fuera preponderante el elemento eclesiástico, sino que ni siquiera interviniese.
También se debe a Ramón Berenguer I el Viejo el establecimiento de la "Tregua de Dios". Se daba este nombre a un convenio celebrado entre los señores feudales para no combatir el miércoles por la noche hasta el lunes siguiente por la mañana, en reverencia a los días en que se celebraba la Semana Santa.
Al morir el ilustre conde, que cambió el rito gótico por el romano, gobernaron simultáneamente sus dos hijos, uno de los cuales dio muerte al otro, por lo cual se le llama Ramón Berenguer I "el Fratricida" (1076-1082). Este conde fue convicto y confeso de fratricidio, en "juicio de Dios", celebrado ante la corte de Alfonso VI de Castilla. Según parece, en este fratricidio no sólo influyó la oposición de carácter entre los dos hermanos, sino también una pasión de otra índole, pues el asesino estaba locamente enamorado de su cuñada, la bella Mafalda o Matilde, hija del normando Roberto Guiscardo, conquistador de Sicilia.
El crimen se cometió durante una cacería en un bosque próximo a Hostalrich, camino de Gerona, siendo arrojado el cadáver a un lago que se denomina Gorch o Lago del Conde.
Berenguer el fratricida, abrumado de remordimientos y abandonado de los catalanes, marchó a Tierra Santa y murió en la primera Cruzada (o en un juicio de Dios, según la fuente que se consulte), dejando la diadema a su sobrino Berenguer III el Grande (1096-1131).
En tiempo de este conde llegó Cataluña al cénit de su grandeza, pues Berenguer II, por su matrimonio con una hija de los condes de Provenza, agregó a sus dominios aquel territorio. Entonces comenzó la literatura provenzal a ejercer influencia en la catalana, beneficiada también ahora por corrientes orientales.
Más tarde, aliado con la república de Pisa, llevó a cabo una expedición contra las islas Baleares, cayendo en su poder, aunque no por mucho tiempo, Mallorca e Ibiza, que eran guaridas de moros piratas.
Le sucedió su hijo Ramón Berenguer IV (1131-1137), que habiendo contraído matrimonio con doña Petronila, hija de Ramiro II de Aragón, preparó la unión de este reino y Cataluña, pues sus coronas se unieron sobre la frente de Alfonso II, primogénito de este enlace.
Berenguer IV es notable además por haber terminado la Reconquista correspondiente al Principado catalán. Se apoderó de las plazas de Tortosa, Lérida, Fraga y Mequinenza y, por último, de las montañas de Prades, postrer baluarte de los moros en Cataluña.
Fue fundador del monasterio de Poblet, denominado por su grandiosidad "el Escorial de Cataluña". El nombre de Poblet es el de un piadoso varón que, a principios del siglo XII hacía vida penitente en el término de Sardeta. Y allí quiso Berenguer IV erigir en memoria de dicho ermitaño el suntuoso monasterio en que e estableció una comunidad de la orden cisterciense el 7 de septiembre de 1153.
Los sucesores de Berenguer IV siguieron ensanchando y embelleciendo este monasterio, convirtiéndolo en panteón de los monarcas aragoneses.
El condado de Cataluña se rigió desde la segunda mitad del siglo XI por el llamado "Código de los Usatges" dado por el conde Ramón Berenguer I (año 1066).
Y cuando un siglo después se unieron Aragón y Cataluña, ésta conservó su legislación y gobierno propios, tomando el rey de Aragón el título de conde o príncipe de Barcelona.
altos cargos característicos de la administración del Estado aragonés fueron el "Lugarteniente General del Reino", desempeñado comúnmente por una persona de la familia real, que ayudaba al monarca en la gobernación y le sustituía en caso de ausencia o enfermedad.
Otro alto cargo era el "Justicia Mayor", o juez nombrado por el rey, encargado de velar porque no se violasen las leyes y privilegios, y de atender y juzgarlas quejas contra las demás autoridades y funcionarios reales. Desde finales del siglo XI se reunieron en Aragón asambleas o juntas de la nobleza y el clero, pero hasta mediados del siglo siguiente no hubo verdaderas Cortes, en las que tomaron parte los representantes de las ciudades, llamadas en Aragón "universidades".
Las primeras Cortes de las que se tiene prueba documental de que asistieron lo procuradores de las ciudades fueron las celebradas en Zaragoza en 1163, al año siguiente de comenzar a reinar Alfonso II, primer rey de Aragón y Cataluña unidos.
Aunque Cataluña y Aragón estuviesen unidos y a ellos se incorporase después Valencia al ser conquistada, las Cortes de los tres reinos se reunían por separado, si bien en ocasiones relevantes hacían asambleas comunes con el título de "Cortes Generales de los Reinos", y solían reunirse en Monzón (Huesca).
De los tres países que formaron la monarquía aragonesa, Cataluña comenzó a sobresalir a fines de la Edad Media por su industria y su comercio, Valencia por su agricultura y siendo el país aragonés propiamente dicho el menos potente de los tres en el orden económico.
Sin embargo, consta que hubo industrias de paños en algunas ciudades de Aragón (Albarracín y Zaragoza entre otras), aunque donde esta industria alcanzó un gran desarrollo y prosperidad, junto con otras varias, fue en Barcelona, Lérida y el Ampurdán.
Valencia, por su parte, tuvo florecientes industrias de origen árabe: papel, cerámica, cueros y sedas. Pero, sobre todo, el comercio marítimo catalán, según ya se dijo, alcanzó gran prosperidad. Los catalanes mantuvieron relaciones comerciales con Flandes y los países del mar del Norte, y, especialmente con los del Mediterráneo.
Con el desarrollo de las ferias y mercados, en las ciudades catalanas comenzaron a funcionar, como en Castilla, las "taulas de canvi", remoto origen de los establecimientos bancarios.
También Valencia y Mallorca tuvieron un gran desarrollo comercial. Sus monumentales lonjas son los mejores testimonios de su prosperidad económica. El gran desarrollo que alcanzó la marina catalana en estos tiempos tuvo como consecuencia un florecimiento en los estudios de matemáticas y astronomía, en sus aplicaciones a la navegación y la cartografía, que eran las ciencias más cultivadas entonces por catalanes y mallorquines.
Durante el siglo XII aparecieron las primeras cartas marítimas, llamadas portulanos, porque iban marcando los puertos a lo largo del Mediterráneo con asombrosa exactitud. Conociendo la brújula y sabiendo estimar la velocidad, los navegantes se servían de dichas cartas a la perfección. Justo es reconocer, no obstante, que las cartas y mapas mejoraron después de un modo notable durante los siglos XIV y XV. En cartografía probablemente fueron los catalanes y mallorquines los maestros de los cartógrafos italianos, en contra de lo que se ha afirmado tantas veces.
Efectivamente, los más antiguos cartógrafos de nombre conocido fueron Ángel Dulcert (que algunos llaman Angelino Dulceri), en el siglo XIV, y en el siguiente el judío converso Jaime de Mallorca, a quien se llevó a Portugal el famoso monarca Enrique el Navegante. Se cree que el nombre hebreo de dicho judío fue Jehuda Cresques, y el converso, Jaime Ribes. No se ha podido probar aún su identidad con el cartógrafo mallorquín (que los portugueses llaman Jaime de Mallorca) que atrajo a su escuela de Sagres el gran impulsor de los descubrimientos portugueses.
El clero fue el depositario de la cultura intelectual de esta época, y los templos sirvieron también de escuelas hasta que se fundaron las Universidades, cuya organización era completamente autónoma, igualando bien pronto en privilegios y consideraciones a la nobleza y al clero, como sucedía con la de Salamanca.
La universidades eran de dos clases: las Mayores o Pontificias, llamadas también "Estudios Generales", fundadas por los reyes y autorizadas por el Papa, cuyos títulos eran válidos para toda la cristiandad. Y las Menores o de Estudios Particulares, que debían su origen a los prelados o a los Consejos, y cuyos títulos sólo tenían validez en el país donde radicaban tales establecimientos.
Sus enseñanzas comprendían el "Trivium" y el "Cuadrivium", osea las siete Artes llamadas "Liberales", y las Facultades de Teología, Jurisprudencia y Medicina. La importancia de estos centros docentes fue muy grande, pues dieron origen a una nueva clase social que igualó bien pronto en consideración a la nobleza y al clero. La Universidad más famosa de España es la de Salamanca, fundada en 1215 por el rey de León Alfonso IX. .
Será en el siglo XVII cuando ocurra el desarrollo literario de la lengua catalana, cuya poesía lírica de influencia provenzal tuvo por cultivar al mismo rey Alfonso II de Aragón., con la introducción en Cataluña de las escuelas o consistorios del Gay Saber o ciencia del verso, y de los Juegos Florales, o certámenes poéticos.
La filosofía que durante este período dominó en las Universidades, como en todas las del orbe cristiano fue el Escolasticismo tomista. Y el genio más portentoso que produjo fue el filósofo, místico y poeta mallorquín Raimundo Lulio (1232-1315), que comparte con Santo Tomás de Aquino la gloria de haber salvado a la ciencia católica de las doctrinas panteístas desarrolladas por Averroes, el gran pensador musulmán.
Al lado del profundo filósofo balear Ramón Lull, que llegó a formar escuela, denominada "Lulismo", y escribió obras como Ars Magna y Arbor Scientiae, figuran San Eulogio, Juan Hispalense, Álvaro y otros muchos escritores mozárabes que se enfrentaron con su pluma a los ulemas de Al-Ándalus.

Y CON RESPECTO A LA PERTENENCIA O NO DE CATALUNYA A LA CORONA DE ARAGÓN:

Para resolver la cuestión del reino aragonés, se pensó en el matrimonio de Petronila con un príncipe que fuese templario, en Ramón Berenguer IV, a pesar de contar éste con muchos más años que la infanta.
Ello presupuso naturalmente la ruptura de los es
ponsales que se habían firmado entre el rey castellano y el aragonés. Con esta solución se atendía en parte al testamento de Alfonso I y además quedaban a salvo los derechos de Petronila, que, de acuerdo con la costumbre aragonesa transmitiría el reino a su futuro hijo, ejerciendo mientras tanto la potestad militar del mismo su marido, en este caso el Conde de Barcelona.
El rey Ramiro II se retiró al convento de San Pedro el Viejo, que es tal vez el edificio monumental más antiguo de Huesca, y en una de sus tenebrosas capillas está sepultado el Rey Monje.
Ramiro II entregó su hija, y el reino aragonés, a Ramón Berenguer IV, y exigió a sus súbditos que jurasen fidelidad al conde, si bien él conservaba el título de rey hasta su muerte.
La unión de Catalunya (Barcelona) y Aragón era ya un hecho. Sólo faltaba que del matrimonio del conde y de la reina Petronila naciese un vástago, lo cual tuvo lugar luego, una decena de años después.
Cabe recordar que por declaración de las Cortes reunidas en este reinado, fue adoptada la ley sálica, quedando excluidas del trono las hembras (como en la España del siglo XXI). Es por esta razón que no figura doña Petronila (1137-1162) en muchas cronologías de los reyes de Aragón como tampoco tendremos una reina democrática que se llame Elena I.
Dicha señora, tan magnánima como doña Berenguela de Castilla, lejos de pretender conservar la diadema, la vio con mucho placer en las sienes de su hijo, aunque éste sólo contaba doce años, y ella no tenía más que veintiocho.
El testamento de su marido la desheredaba a ella, que era la verdadera reina de Aragón, pero lejos de protestar, aceptó con grande placer que su primogénito llevase la corona de Aragón y Catalunya, sacrificando noblemente sus derechos por la unión de dichos Estados.
Ramón Berenguer IV no usó nunca el título de rey, pero sí el de príncipe o dominador de Aragón y heredó en realidad el Estado aragonés de su suegro Ramiro II y de los derechos que la Iglesia, en nombre de las Órdenes Militares, le cedió.
Don Alfonso II (1162-1196) de Aragón, hijo de doña Petronila y del conde de Barcelona Ramón Berenguer IV, reunió en su frente ambas corona y la unión del reino y del condado ya fue definitiva. Y agregando a estos Estados por herencias y cesiones varios territorios transpirenaicos, entre ellos la Provenza y el Rosellón. Además reconquistó Teruel y consiguió que Alfonso VIII de Castilla, en pago del auxilio que le prestó en el sitio de Cuenca, relevase al reino aragonés del homenaje feudal que pagaba su reino al castellano desde los tiempos de Alfonso VII el Emperador.


Dicho esto, ¡¡¡FELIZ DIADA!!!!

domingo, 8 de septiembre de 2013

ESPAÑA 2020

Un impresionante despliegue de medios por parte de la televisión y la radio públicas (¿quién paga eso? ¿cuánto ha costado?) nos han estado euforizando desmesuradamente (a la gente le hace falta algo que la anime). Dos días con un minutero perpetrando la cuenta atrás como si fuésemos a lanzar un cohete a la luna (a la luna de Valencia, que es la luna de Camps, Barberá y Fabra, que es la luna Gurtel y ahora parece que también NOOS: la luna que saltó la vaca -la vaca enamorada de la luna).  Un país inmerso en el armagedón nuclear y otro muslímico no eran rivales. "A la tercera va la vencida". Etcétera.  Yo reconozco que me lo creí (pensé que estaba pactado y bien atado)... y admito que estaba muy preocupado. Preocupado porque temía que si Madrid 2020 se hacía realidad ayer, mañana lunes iban a anunciar, en medio de la eufórica alegría y para que pasase desapercibido, un paquete de medidas con nuevas subidas de impuestos, gases, luces y aguas, con nuevas tasas sobre el oxígeno, el hidrógeno y los gorriones, una privatización del pavimento público, de las playas con bandera azul, de la catedral de Burgos, la Alhambra de Granada y la Giralda de Sevilla (todo eso sólo para empezar: luego comenzaríamos a vender niños y ancianos para experimentos).  Me temía lo peor para el lunes. Creía muy seriamente que las olimpiadas en Madrid, las de los ¿300.000 puestos de trabajo indirectos? (¡amos anda!), las de tan sólo 1.500 millones de euros de inversión (¡amos anda!), las que eran importantes porque "el precio de la vivienda volvería a subir" (curioso y estúpido argumento ofrecido ayer en el telediario público del mediodía). Creía, digo, que esas olimpiadas, serían el espaldarazo definitivo del "aquí todo vale" y que justificarían llevar los recortes a la máxima potencia con la excusa a siete años vista de que España tenía que prepararse para recibir al mundo extraterrestre de los corredores, los saltadores, los remeros y los tiradores con arco. Pero no. Se los lleva Tokio (quizás hasta tengan un Godzila para cuando toque: están invirtiendo mucho átomo dividido en ello).
De buena se ha librado Constantinopla (se habría convertido en objetivo de los nuevos otomanos, de los judíos de debajo, de los rusos homófobos de encima y de los americanos de siempre). No hay país musulmán preparado para unos JJ.OO ni comités olímpicos con psicólogos suficientes para preparar a sus occidentales atletas femeninas para lo que les esperaría ante semejante evento.
Pero todo eso a mí me da igual. Lo que me preocupa ahora es el reverso de mis temores: que ahora el desaliento y la falta de estímulo convoquen a los malos espíritus monclovitas (el monclovismo ansoniano no murió con la  salida de Zapatero: es un dengue endémico y sin vacuna ni cura -y mira que hay curas para cosas, pero para esa no, y menos con Éstos) y, digo, que el rechazo a la candidatura de Madrid suponga la excusa irrefutable para nuevos recortes, nuevos excesos, nuevos abusos, nuevas pérdidas de derechos y dignidades... porque ¡ahora ya no tenemos asideros para salir de la crisis salvo el propio sacrificio! En cualquiera de los dos casos la ciudadanía sale perdiendo. Mientras tertulianos y políticos buscan unos culpables que no hay, que no existen, por perder algo que nadie pidió, los de a pie (los pinrélicos como yo) seguimos temiendo la que nos va a caer con la excusa contraria. Porque, no os quepa duda amigos, había un PLAN B que se llama ESPAÑA 2020. Lo que tengamos ese año, gobierne quien gobierne, será resultado de las olimpiadas que pedimos y nos negaron, como lo habría sido de las que no pedimos pero nos dieron.
Ahora toca estar a verlas venir.

domingo, 1 de septiembre de 2013

NOVEDADES POSTVACACIONALES

Queridos amigos:

¿Qué tal han ido las vacaciones? ¿Habéis disfrutado?  Espero que sí.
Yo no he parado ni un instante... ¡pero de trabajar para vosotros!
Me he pasado el verano literalmente volcado sobre el teclado para que este otoño sea absolutamente distinto a los anteriores y poder ofreceros el máximo de mí y estar a la altura de lo que cada día demandan de mí más generosos lectores desde más y más lugares del mundo.
Tras un paréntesis de dos meses, Santiago Andreu y yo retomaremos el próximo lunes, día 9 de septiembre nuestra insólita correspondencia de fotografías y textos. Llevamos ya varios días trabajando en las nuevas imágenes que disfrutaréis y a las que yo añadiré un poco de literatura.
Os confirmo que el otro día, la REVISTA TARÁNTULA y yo alcanzamos un acuerdo por el cual mis artículos sobre Clásicos Imprescindibles seguirán apareciendo todos los martes con nuevos títulos que iré reseñando y sobre los que ya trabajo.
En otro orden de cosas, ya empiezan a estar disponibles todos mis libros en LA CASA DEL LIBRO en formato digital a un más que aceptable precio inferior a 3 euros y en un formato y con un rigor comercial y editorial muy superior a mi anterior etapa en el mundillo digital. Ya sabéis que podéis adquirirlos todos en papel visitando mi WEB PERSONAL, pero no quería dejar pasar más tiempo sin ofreceros la posibilidad digital con un mínimo de calidad y un máximo de seriedad.
El blog de HISTORIA DE LAS ESPAÑAS cuenta ya con actualizaciones programadas hasta finales de diciembre (ya están escritas).  Los nuevos artículos irán apareciendo con una periodicidad diaria de lunes a viernes y recorrerán el tránsito anecdótico de nuestra historia desde el momento en el que quedaron detenidos a finales de julio hasta el final del reinado de Alfonso XII. No os lo perdáis, porque aprenderéis muchas cosas nuevas sobre las que no había escrito hasta ahora.
Por otra parte, mi bitácora sobre HISTORIA MEDIEVAL EUROPEA también ha sido actualizada y programada con nuevos artículos que retomarán la periodicidad diaria de lunes a viernes hasta finales de año. Todos los artículos han sido escritos este verano y están ya programados día a día para que nada falle aunque falle yo.
Pero quizás la cita más importante del mes de septiembre sea el fallo del I CERTAMEN DE MICRORRELATOS DE HISTORIA que convoqué. El 20 de septiembre se conocerán los 30 relatos finalistas y 7 días más tarde se harán públicos los títulos de los relatos ganador y finalista, así como la identidad de los premiados.  Un jurado de lujo nos llevará a la gran sorpresa del merecido premio. Sinceramente estoy deseando ponerme en contacto con los ganadores para darles la enhorabuena. Paciencia.
Y habrá más novedades que iré desgranando poco a poco. Más paciencia...
De momento sigo embarcado en una aventura literaria que me tiene absorbido desde hace tiempo. 
Pero no estaré desparecido: seguiré publicando en este blog, publicaré tres libros nuevos antes de Navidad y también podréis escucharme en radio, quién sabe si verme en TV y más que seguramente leerme en algún que otro medio escrito, pues ya hay algunos compromisos cerrados para las próximas fechas. Sirva este adelanto como mero aperitivo de lo cerca que vamos a estar.

Un abrazo y feliz vuelta a la rutina.

Fran Gijón