VISITAS HASTA HOY:

martes, 17 de febrero de 2015

MIGUELÁNGEL FLORES TIENE LA PALABRA

Nací en el 67, un año antes de que Massiel ganara Eurovisión y dos de que el hombre pisara la luna por primera vez. Pudiera parecer que esto no dice mucho de mí, pero sí.
Mi nombre es Miguel Ángel por dos tíos míos. Uno, hermano de mi padre y el otro, de mi madre. Y ella nunca permitió que me llamaran en casa Miguel a secas. Así, mi familia siempre me nombró con los dos. Para mí van tan unidos que me parecen uno solo. Por eso decidí juntarlos y salvar el espacio que había entre ellos. Ahora no puedo celebrar mi santo, eso es verdad. Pero me compensa.
Escribo con la cabeza desde que tengo uso de razón, con las manos empecé más tarde. Al principio escribía dramones con la mente, en los que por supuesto yo era el prota. Siempre era abandonado o malquerido por alguien. Estaba días y días desarrollando la misma trama con los ojos fijos, o como si no estuviera, hasta que me aburría de ella, y de esa pena de chuchería. Entonces comenzaba otra aún más triste. Luego vino la poesía. Tuve una época Becqueriana, otra Machadiana, y otra Lorquiana. Por suerte se me pasó también. Suerte para la gente que me rodea, que no tiene culpa de nada.
En la juventud empecé con el teatro. Lo primero que escribí fue una versión de la famosa escena de Don Juan Tenorio y Doña Inés. Una Inés ordinaria que se limaba las uñas y mascaba chicle como un caballo. Detrás vino Margarito y Pacorra, matrimonio a la porra. Siempre he sido muy profundo escribiendo. Corría el año 82, ya ves, en pleno mundial de fútbol, y yo con mis pegos. Mucho tiempo después aparecería José Luis Moreno, que creyó haber inventado las disputas matrimoniales horteras. Ya ves tú.
Continué escribiendo más teatro: Anda Que No Te Quiero (obra que se estuvo representando en el Teatro Alfil de Madrid durante todo el año 2013 y que luego se publicó en digital, prologada por Manu Espada), Andalucía Vive, Consuélame, Consuelo (escrita a cuatro manos con Moisés Ramírez y que actualmente continúa en cartel en el Llantiol de Barcelona, en la que también actúo y hago de director), La Vida Que Bailo (estrenada en su día)... Y también seguí con alguna canción: Amor De Copla (que interpreta Dtumbaga en sus conciertos), Blues Urbano, Sin Cielo Ni Alma, Arrojando Jarrones... Todo siempre de forma esporádica, eso sí.

Hasta que descubrí el microrrelato gracias a la Cadena Ser. Desde entonces no hay día que no escriba algo. Aunque sea solo con la cabeza. Y no, no me ha dado nunca por escribir una novela. Ni escribo en diminuto porque no me atreva a ello. Aunque también. Es sobre todo que no me atrae hacerlo, quizá porque sé que a pesar del esfuerzo que estaría invirtiendo en la tarea, en el tercer capítulo me hallaría aburridísimo de mis personajes, y hasta de mí mismo. Para acabar alejándome del ordenador, rehuyendo de la pantalla. Seguro. Así, escribo microficción porque es lo que mejor se adapta a mi forma de ser y de divertirme contando la vida. De esta forma me da siempre tiempo de redondearla en cada intento antes de que me haya cansado la propia historia.
Algunas veces antes, no muchas, enviaba relatos a mi familia (la de sangre y la otra) a través del correo. Pobres, cuántos se habrán sentido obligados a decirme: muy bonito, sigue así, majo. Y sin tan siquiera, vete a saber, llegarlo a leer. Pero sí que hubo ocasiones en las que algunos me contestaban, notándose que de verdad lo habían leído y les gustaba lo que hacía. Fue ahí cuando después de varias respuestas recibidas en positivo, me vine arriba y decidí crear un blog. Un blog para ellos, mis dos familias, algún conocido de estas y poco más. Luego se fue sumando gente. Y restando. Desde el 2011 lo mantengo abierto con publicaciones más o menos semanales.
Algunos de mis relatos han ganado premios, pocos monetarios. En esos suelo más quedar finalista. Con diploma y eso. He obtenido premios en: Relatos en Cadena, La Microbiblioteca, Esta Noche Te Cuento, Acen, Realidad Ilusoria, La Radio En Colectivo, Wonderland... He aparecido en unas cuantas recopilaciones y antologías del género.
Actualmente estoy en otros proyectos teatrales, un monólogo, un guion para cortometraje... Y cosas que me dan aliento y ganas de cantar aunque no me sepa ninguna letra.

Pero lo mejor que me ha pasado, en lo referente a la escritura, claro, que en lo demás también me han pasado cosas guays: me he casado, tengo una familia que no me la acabo, tengo una hipoteca muy pequeña... Bien, en la escritura decía, lo mejor que me ha ocurrido es que la editorial Talentura se fijó en mí. Me hizo ojitos, yo le tiré un beso, dijo me gustas, y yo, tú más, y entonces me publicó a finales del año pasado mi primer libro de microrrelatos en solitario: De Lo Que Quise Sin Querer. Y ahí está, de momento le estoy dando el pecho. Ya veremos cuando crezca, si se hace todo un libro de provecho, ya veremos.

Entra en la página oficial de CONSUÉLAME CONSUELO